El domingo pasado fui a la Iglesia de mi barrio he estado pensando en que sentía cuando conocí la iglesia pero más cuando yo era un miembro activo.
De esos recuerdos que son buenos me gustaría tener nuevos, cierto es que nunca tuve amigos ahí pero al menos conocí personas diferentes y con actitudes buenas y con pensamientos espirituales en la vida.
A pesar de que me siento solo donde este me gusta estar cerca de ellos, ellos no son como cualquier persona, no son molestas no son vulgares no maldicen ni roban. Puedes hablar de todo un poco (todo) siempre hay nuevas cosas por saber o descubrir o darnos cuenta, pasar buenas horas ya sea hablando de nuestras creencias o temas comunes o no tan comunes (culturales, de musica, libros, películas, de todo lo bueno).
Que puedo decir de mi hoy... que he probado vivido y hecho de todo pero eso es un poco el pasado porque hoy y siempre fue que estuve solo. Entonces encontrándome en este punto donde se que es lo bueno y lo malo que me ha pasado, se que quiero ser y que quiero tener.
Siempre y es todo el tiempo mayormente estoy pensando que no tuve suerte al nacer en este país, lo encuentro muy rodeado por cultura basura, lucha de clases, discriminación y abuso a los débiles de conocimiento, en fin mucha ignorancia y gente perdida de cualquier lado de los estratos sociales entre pobres y ricos. Vanidad y orgullo las veinticuatro horas del día.
En esta situación yo espero poder encontrar mi rumbo (camino) y ser más libre y feliz conociendo todas mis limitaciones.
Deseo mucho poder ayudar a este país las personas y me da pena lo pobre que soy en lo material para poder hacer estas cosas de las que se que soy capaz de lograr.
Este es el estado en el que vivo un lugar donde solo los ricos tienen las oportunidades. Yo me siento un desechado. Y lamentablemente es así, es la verdad y no debería ofenderlos sino que la verdad hay que enfrentarla nada esta oculto tus ojos así como los mios lo pueden ver todo y un día según palabras de los profetas la verdad sera revelada desde los techos de las casas. Y como dice el dicho popular no hay peor ciego que el que no quiere ver.
